Con este caso, las autoridades han llamado a la comunidad a estar más cautelosa con personas desconocidas en sitios concurridos.
El vehículo, avaluado en más de 380 millones de pesos, terminó estrellado contra un árbol minutos después del hurto.
Tenía por costumbre llegar a las casas a pedir un vaso con agua para él cometer sus delitos.
El hecho ocurrió en el barrio El Rincón, en la localidad de Suba, en Bogotá.
El hombre fue identificado como Arlés Antonio Claro.