Como la plataforma Netflix no divulga públicamente sus datos de audiencia, los investigadores hicieron una estimación de su popularidad a través del tráfico que la serie generó en redes sociales como Twitter e Instagram.
Un sacerdote es investigado por la posible violación de las leyes de la santa sede frente a ese particular.
Se excluyen los ataques al EI y otras organizaciones.
Las imágenes que recoge el vídeo están extraídas de las grabaciones que el EI usa para reclutar militantes a través de las redes sociales, el mismo medio que ha escogido el Gobierno de Estados Unidos para contrarrestar el mensaje de los yihadistas.