La negociación con Venezuela divide opiniones sobre su conveniencia ante serios riesgos que el Gobierno debería tener en cuenta antes de dar el paso definitivo.
Pese a que todos los indicadores ratifican que la crisis de la salud se agudiza, el Gobierno persiste en su sectarismo para presionar la imposición de su modelo.
Para muchas naciones las tasas representarían un golpe económico fuerte, por lo que se ha convertido en prioridad en su agenda de país dicha reunión con EE. UU.
El excanciller tendrá que aclarar ante la justicia el supuesto complot, en tanto Petro debería ser más responsable al vincular a otros en su relato victimista.
Si el Gobierno no calcula el impacto de las nuevas cargas laborales en las mipymes, desempleo e informalidad crecerán y el remedio será peor que la enfermedad.