El crimen ocurrió en Alangasí, una parroquia rural de Quito. El joven simuló la desaparición de su madre tras haberla estrangulado y dejado su cadáver abandonado en una zanja.
La mujer, de 25 años, perdió la vida tras un tiroteo en la madrugada del 26 de julio. Su pareja e hija menor permanecen hospitalizadas con pronóstico reservado.
La joven de 28 años fue baleada en su vivienda en Guayaquil en medio de una transmisión en vivo; el crimen ha causado conmoción nacional.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, aseguró este lunes que se siguieron “los procedimientos legales” para el proceso de deportación de los reos.
Según Colombia, las autoridades ecuatorianas habían decidido dar inicio al proceso “sin que se hubiera diseñado el protocolo, impidiendo la plena identificación de los ciudadanos deportados, la verificación de su situación jurídica, e incumpliendo así las más básicas nociones del Derecho Internacional, que prohíben las deportaciones masivas”.