La escalada de violencia en la zona llevó a las autoridades a reforzar la seguridad en la región.
El arquero del Flamengo y otros jugadores circulaban en un vehículo blindado que les esperó en el aeropuerto de Río de Janeiro y que luego en una autopista “llegó a recibir cuatro disparos”, según informó el propio club.
Ninguno de los futbolistas resultó herido y todos los involucrados en el “grave” incidente consiguieron llegar a sus casas.
Hasta el momento las autoridades desconocen el móvil y los responsables de este crimen.
La mujer recibió un impacto de bala en la cabeza y otro en el abdomen.