La presidenta electa de México hizo la propuesta este 1 de julio, por ser la misma fecha en la que el actual mandatario ganó las elecciones presidenciales.
Si bien es cierto que la presidenta electa, por su estrecha relación con su antecesor, saborea las mieles de la incuestionable popularidad de López Obrador, de los aciertos de su gestión reconocida por los votantes, también lo es que la herencia de lo que él representa para millones de mexicanos no es endosable. Sheinbaum tendrá que esforzarse, y mucho, por forjar su sello propio durante los próximos seis años. En este sentido, méritos profesionales o personales no le faltan, aunque, eso sí, ha anticipado que no apostará por los mismos métodos de AMLO para ser cercana con la gente. Lo que está aún por verse es si su preceptor la seguirá rondando o hará uso de un buen retiro, evitando ser incómodo e intervenir en política, porque con él nunca se sabe.
De acuerdo con el mandatario colombiano, su homóloga Claudia Sheinbaum, “desde muy joven ha sido una gran luchadora social” y “una mujer de la izquierda”.
El mandatario de los Estados Unidos aseguró que trabajará de la mano con la presidenta electa sobre para promover el beneficio de sus pueblos.
Claudia Sheinbaum será la primera mujer presidenta de México tras obtener entre un 58,3 % y un 60,7 % de los votos en las elecciones del domingo.