EL HERALDO conoció en primicia que uniformados de la Policía Nacional, vinculados a unidades de inteligencia, buscan nexos entre los dos cabecillas y capos invisibles del narcotráfico.
Funcionarios del CTI y soldados del Ejército llegaron a Galapa para tomar el armamento, que sería parte de un proceso de alias Castor para negociar un preacuerdo con la Fiscalía.
Medios nacionales sostienen que no se la han podido imputar un listado de homicidios registrados en Barranquilla y su área metropolitana, de los cuales habría actuado como determinador.
De acuerdo con la investigación, la compañía facilitaba la legalización del armamento “para la comisión de delitos”.
Autoridades tratan de evitar que se abra un escenario de disputa entre Costeños y las AGC por el control de las economías reguladas por los miembros del clan asesinados.