El colombiano perdió el control y gritó a los jueces del partido.
La Federación Colombiana de Fútbol se pronunció al respecto. Rechazó las acusaciones de corrupción en la entidad y aclaró que las salidas de los centrales se produjeron por su edad o su bajo rendimiento.
Esta temporada se han vivido episodios de crispación que ni siquiera la tecnología ha remediado.
La determinación se tomó por sus ofensas a los árbitros en ese país.
El juez central reconoció al final del partido, fuera del estadio, que cometió una falla garrafal por 'querer darle celeridad al juego'.