Ejército israelí dijo haber arrestado a cuatro supuestos combatientes del grupo chií Hezbolá.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, fue el encargado de hacer el anuncio.
Los bombardeos israelíes en Líbano han causado más de 3.500 muertos en el último año, así como desplazado a 1,2 millones de personas.
El gobierno iraní acusó a Israel de “cometer crímenes de guerra sin límite”.
Según los términos del acuerdo, Hamás debe liberar a al menos 10 rehenes por cada día adicional de pausa en los combates; mientras que Israel debe excarcelar a 30 prisioneros palestinos por cada decena de secuestrados.