El proceso busca beneficiar a más de dos mil pescadores de los municipios del Luruaco, Repelón, Sabanalarga y Manatí.
'La mayoría de los cactus no son comestibles, las especies del género Opuntia tienen mucho que aportar, en especial si se gestionan como cultivo', sostiene la agencia especializada de Naciones Unidas.
En ocho años de existencia, la fundación ha atendido a más de 65.000 niños y a sus familias en todo el país.