La hipótesis del ataque fue hallada cuando se iniciaron trabajos de fortalecimiento para la seguridad del G8 en 2009 por parte de la Fiscalía de Cagliari.
Las víctimas eran trabajadores humanitarios en Pakistán. Murieron en enero en una operación antiterrorista de EE.UU.
Jordania y el Líbano ya sufren las consecuencias de la guerra en Siria.
El recluso, vinculado a Al Qaeda, lleva 12 años preso y sin juicio.