Juana Yaneth Perea Amud, la expareja sentimental del rector Armando Rivero Manjarrez, se declaró una vez más inocente de los trágicos hechos que la mantienen privada de la libertad.
Desde la cárcel La Vega, en la zona norte de Sincelejo, donde aprovecha para orientar un proyecto educativo de validación en primaria y bachillerato, se declara inocente y pide justicia.
Asegura no saber las razones por las que la mantienen tras las rejas porque no existe prueba alguna que la vinculen con la desaparición y asesinato del hombre con el que convivió por cerca de 13 años.
“Soy inocente. Soy inocente gracias a Dios. Las investigaciones se están dando y espero y confío en Dios en que todo salga bien porque no hay ni lo va a haber ninguna evidencia que me incrimine. Cuando una persona está segura de lo que hace actúa como yo, con amor. Esto tiene que esclarecerse. Estoy en intramural injustamente porque yo soy inocente y pido mi libertad”, dijo Perea que a su vez lidia con el dolor de tener a su hijo Yofran Orozco Perea también en prisión por estos mismos hechos, pero él sí de declaró responsable.
A sus estudiantes, en medio del llanto, les pide que “tengan la plena seguridad que siempre ha sido esa mujer y profesional ejemplar que muchas veces los aconsejó como si fueran sus hijos. Sigo siendo esa profesional llena de amor”.
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Indica la licenciada que tras las rejas hay una gran enseñanza y es la de valorar todo lo que se tiene, las personas que tenemos a nuestro alrededor, “acá (en la cárcel) es importante hasta lo más mínimo”.
Los hechos por los que Juana Perea Amud y su hijo Yofran Orozco Perea están tras las rejas ocurrieron el viernes 12 de julio de 2024 cuando desapareció de Sincelejo y su cadáver fue hallado después, en avanzado estado de descomposición debajo de un puente en la zona rural del municipio de Ovejas el miércoles 17 de julio. A la mujer y a su hijo los capturaron el 1° de octubre.
