A juzgar por los elementos materiales probatorios que la Fiscalía Segunda Especializada de Sincelejo ha presentado en las audiencias concentradas en contra de Juana Yaneth Perea y de su hijo Yofran Orozco Perea por la desaparición y muerte del rector y gestor cultural de Sucre, Armando Rivero Manjarrez, los móviles de este atroz hecho serían el dinero, la venganza y los celos.
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Esas tres situaciones las habría experimentado Yofram, el hijastro del rector y con quien convivió bajo un mismo techo por más de 10 años, según lo que le dijo a la Fiscalía la también docente y coordinadora educativa Juana Perea.
El relato del testigo que de manera voluntaria se presentó ante la Fiscalía ratifica la teoría de los expertos en criminalística que, desde el sábado 13 de julio cuando fue hallada la camioneta Duster, que era de Juana y Armando, quemada, aseguraron que este hecho tendría móviles de venganza ligados a patrimonio, y no se equivocaron porque según el testigo Yofran le dijo que había matado al profe por lo que este le había hecho a su mamá.
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“El profe no le había dado nada a su mamá. Cuando él llegó a vivir con su mamá lo había encontrado todo: casa, cama, carro, todo. El profe tenía muchas comodidades, mi mamá endeudada, ahora se fue de la casa y él en el carro nuevo”.
Personas que conocían el hogar de Juana y Armando aseguraron desde un principio tanto en la ciudad de Sincelejo como en el municipio de Ovejas, que el detonante de la rabia que tenía Yofran era que desde que habían comprado la Duster el profesor era quien permanecía en ella y el resto lo hacía en un Spark de color negro, el mismo vehículo en el que Juana, Yofran y la otra hija de Juana, que eran hijastros de Armando, se presentaron a la sede de Medicina Legal a reclamar el cadáver que nunca recibieron porque la familia del profesor, en especial uno de sus hermanos mayores, se opuso a ello.
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Yofran también le reconoció al testigo que en el barrio El Bosque, cercano a donde él reside en Villa Natalia, había rumores que lo señalaban de que él era quien había asesinado al profesor, pero eso no lo mortificaba. Sin embargo, ese rumor fue el que no le permitió a él, a su hermana y a su mamá asistir a las exequias del rector en su natal municipio de Ovejas, donde el pueblo entero clama justicia por lo ocurrido.
Dinero
Con la muerte del profesor Armando Rivero Manjarrez su hijastro Yofran creyó haber ‘coronado’ para quedarse con las propiedades, de las cuales tiene suficiente conocimiento en tanto que desde principios de este 2024, cuando su padrastro se fue nombrado como rector a la zona de la Mojana, donde no hay buena conectividad, él fue encargado de varios negocios y así lo reconoce el testigo cuando dice que Yofran debía entregarle el viernes 12 de julio, día del crimen, un millón 200 mil pesos de unos pagos de arriendo al profesor.
Además la Fiscalía en interceptaciones pudo conocer conversaciones de Yofran con personas a las que les indicaba cómo sería la distribución de bienes, precisando que con la finca se quedaba la familia de Armando.
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Celos
En el tema de los celos estos se los generaba un mototaxista al que Yofran le atribuye que sostenía una relación sentimental con el rector Armando y que es nativo de Chinú, Córdoba, la población donde encontraron incinerada la camioneta, acto este que según la Fiscalía fue un distractor por parte de Yofran con la intención de que el motociclista resultara implicado en los macabros hechos que “Yofran planeó al hacer venir al profesor en la camioneta a una revisión tecnomecánica que nunca se llevó a cabo”.
El caso apenas empieza, pues la Fiscalía indaga sobre más partícipes.