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Al tiempo que los campesinos, agricultores, ganaderos y la comunidad en general que habita la región Mojana, en especial en territorio de Sucre y Bolívar, están esperanzados en las obras que ejecutan en Cara e’ gato para que sus vidas retornen a la normalidad, desde la UNGRD les hablan de reasentamientos para los damnificados.

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Este es un tema que a los mojaneros no les gusta, es más no lo tienen en su agenda, en sus planes, pero que en su visita este fin de semana a la zona el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo Arenas, se los planteó.

Sin tapujos y en medio de un alto murmullo el funcionario del Gobierno Nacional aseguró que hay reasentamientos pendientes para las personas que han perdido su hogar por los diferentes fenómenos naturales y desastres.

Dijo que son necesarios, pero sin exponer a los damnificados a condiciones a las que no están acostumbrados y es una labor que realiza el Fondo Adaptación con el que trabajan para que el Gobierno del Cambio no haga ‘oídos sordos’ frente a las costumbres y raíces de los damnificados.

'No los vamos a meter en unas cajitas de fósforos en Montería. Eso no es así. El reasentamiento hay que hacerlo porque si el riesgo no es mitigable, debe hacerse, pero es una última opción. (...) No podemos ser ajenos a la realidad cultural de un territorio', señaló.

Por su parte Miguel Ángel Guisao Montes, un campesino de 68 años que habita la vereda Jardín, en el municipio de Guaranda, lo que desea es que los trabajos de Cara e’ gato avancen rápido porque en ellos tienen fe y esperanzas.

'Nuestras tierras demoraron más de dos años inundadas, lo perdimos todo, nadie nos quiere prestar plata para cultivar y ahora me volví a arriesgar cultivando 4 hectáreas de arroz y tengo el corazón en la mano porque de paralizarse los trabajos y crecer el río Cauca podría acabar con Cara e’ gato', anota el labriego.