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Los familiares de los tres jóvenes del corregimiento de Chochó, Sincelejo, que fueron asesinados por el entonces comandante operativo de la Policía en Sucre, teniente coronel Benjamin Darío Núñez Jaramillo, salieron a las calles para exigir que el confeso asesino no sea enviado a una prisión especial como lo pide su abogado sino que permanezca en una cárcel.