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Las medidas contempladas en el Decreto 102 del 28 de julio, que empezaron a aplicarse desde el lunes en el municipio de Sucre-Sucre y que están dirigidas a la población que no se ha vacunado contra la covid-19, no se han cumplido a cabalidad.

En las tiendas, depósitos y entidades de giros, entre otros, no están exigiendo el carné de vacunación para prestar el servicio como lo demanda la alcaldesa Elvira Mercado Acevedo. Tampoco habían sido instalados ayer los puestos de vacunación en las en los accesos a la zona urbana. Solo fue habilitado uno en las afueras de la Estación de Policía, que está a un costado de la iglesia central, en el centro de la población, justo donde se cumplía desde ayer el pago de unos subsidios del gobierno nacional.

El denominado toque de queda que regirá hasta el 9 de agosto en Sucre-Sucre ha tenido voces a favor y otras en contra. Los comerciantes aducen que esta época de pandemia ha golpeado mucho sus quebrantadas economías y que ellos 'no pueden dejar de venderle a quién no esté vacunado'.

'Sería un atentado no entregarle los 80 mil pesos a una persona que viene de la zona rural pagando un pasaje en moto de hasta 15 mil pesos', explicaron a EL HERALDO los administradores de una sucursal de giros.

Por su parte, la mandataria municipal ratificó que la razón que la motivó a tomar esta medida 'es para salvar vidas'.

'Nosotros como municipio estamos entre los priorizados para alcanzar la inmunidad de rebaño. No es justo que teniendo vacunas para todos haya personas que no lo hagan', dijo.