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El reclamo de tierras baldías en el sur de Sucre ha estado marcado por la violencia, el amedrantamiento, el asesinato; situaciones que ahora vuelven a recrudecerse con el atentado al líder de la Anuc en San Benito, Hernando Benítez León, y la masacre de cinco campesinos en San Marcos.

Esta situación de riesgo latente se ha agudizado en los últimos 10 años, y de ello dan fe campesinos y ganaderos, dos sectores que cargan con un estigma:

A los primeros los tildan de invasores y a los segundos de terratenientes violentos.

Ambos rechazan esos señalamientos mutuos que se hicieron evidentes en la segunda sesión de la Mesa Permanente de Tierras realizada en San Benito.

En ese escenario, en el que coincidieron tanto ganaderos como campesinos, estos últimos se hicieron sentir ante las autoridades locales para ratificar que 'el conflicto por la tierra se acaba cuando los ganaderos respeten las tierras baldías y entiendan que son de nosotros, los campesinos, porque ellos tienen sus propios terrenos y no tienen la necesidad de ampliar los cercados que es lo que vienen haciendo', dijo uno de los campesinos que tilda a los ganaderos de 'egoístas'.

Carlos Pérez, un reconocido ganadero de Corozal que tiene invadida la mitad de su finca en el municipio de San Benito, afirma que los procesos de formación sobre acceso a la tierra que ha iniciado la Agencia Nacional a raíz de las situaciones ocurridas últimamente en Sucre, son importantes para que cada quien conozca sus deberes y derechos.

En esto coincide con la procuradora Regional de Sucre, Lesvia Montalvo Díaz, y el alcalde de San Benito, Manuel Cadrazco, que advierten la importancia de que tanto lo público como lo privado sea respetado.