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Al cumplirse este 9 de julio trece años de la desaparición y muerte de un grupo de muchachos que salió del municipio de Toluviejo, en el departamento de Sucre, con la ilusión de trabajar y que terminaron siendo un falso positivo más de este país, sus familias siguen con sus reclamos.

Y aunque no todas se sienten a gusto con las actuaciones de la justicia en este caso, ellas lo que ahora reclaman es la verdad para sanarse, y en esto coinciden con las víctimas de la masacre de Pichilín (Morroa), que también quieren saber la verdad sobre la incursión paramilitar de hace 23 años.

Margarita Flórez, una psicóloga que hace parte de las pocas viudas que dejaron estos falsos positivos, ratifica que la verdad es para sanar y seguir siendo resilientes

Han transcurrido 4.745 días de las primeras cuatro desapariciones con un tinte laboral engañoso y en Toluviejo las familias de estos 11 muchachos tienen el recuerdo intacto y aseguran que es para no olvidar porque el dolor sigue intacto al saber que uno de ellos, Evin David Paternina, que era menor de edad para la época de los hechos, aún no aparece.

'De ese caso el Ejército no dice nada, no se sabe dónde están sus restos. Son los únicos que no están en el cementerio del pueblo, donde hay un monumento en su nombre', dice una de las madres.

La psicóloga, que era la compañera sentimental de Carlos Alberto Baleta Jiménez, recuerda que este y sus amigos Luis Alberto Pérez Mercado, Julio Rafael Julio Olivero y Bernardo Patrón Viloria, fueron los primeros en irse a trabajar.

'Siempre los estuvimos esperando, como eran buenos hijos teníamos las esperanzas de su regreso, de que solo se habían ido a cumplir con el trabajo que les habían ofrecido, pero con el paso del tiempo supimos que el mismo día en el que cada grupo se fue los asesinaron'.

Si no hubiese pandemia hoy Toluviejo, o por lo menos los familiares de los muchachos, hubiesen realizado la tradicional movilización con las pancartas que tienen impregnada las imágenes de las víctimas, pero al no poderlo hacer quisieron recordar los hechos hablando con EL HERALDO con la intención de seguir visibilizando su tragedia, más ahora que muchos de los militares implicados en el tema, entre ellos el entonces comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre, coronel Luis Fernando Borja Aristizábal, se han acogido a la Justicia Especial para la Paz (JEP).

En contra de este oficial, hoy en retiro, hay varias sentencias no solo por estos 11 casos sino por otros hechos, unos 50, que él mismo ha documentado y que tiene reseñados en un cuaderno.

'Nosotros queremos saber toda la verdad y si ante la JEP lo van a hacer la esperamos. Así como ellos quieren rebajas de penas, nosotros queremos verdad, de la que no se sabe o de la que ellos no han querido decir, entre esas cómo los escogieron y cómo los engañaron', anota Margarita Flórez, quien es madre de un adolescente que quedó huérfano de padre cuando aún no cumplía su primer año.

Las víctimas de estos falsos positivos fueron Carlos Alberto Valeta Jiménez, Luis Alberto Pérez Mercado, John Jairo Colón Ayala, Frank Arley Padilla Bandera, Luis Fernando Mejía Vides, Déimer Hoyos Rodríguez, Cristian Vergara Osuna, Miguel Jiménez Chamarro, Julio Rafael Julio Olivero y Bernardo Patrón Viloria.

Por este hecho sigue privado de la libertad Robinson Eustaquio Barboza Almanza, amigo y vecino de las víctimas en Toluviejo, y quien habría sido la persona que los contactó para las ofertas laborales de cuidar reses en unas fincas del sur de Sucre y hasta en Bolívar.

Las condenas

Robinson fue condenado a 32 años y cinco meses de cárcel por desaparición forzada agravada; Andrés Gregorio Pacheco Hernández, a 34 años y 6 meses de cárcel por concierto para delinquir y desaparición forzada agravada; el mayor del Ejército Nacional, Orlando Arturo Céspedes Escalona fue condenado a 40 años por los delitos de concierto para delinquir agravado, desaparición forzada agravada y homicidio en persona protegida; y por estos mismos delitos fue condenado a 21 años el coronel Luis Fernando Borja, quien era el Comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta en Sucre y aceptó su culpabilidad.