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Si hubiera que resumir lo que significa que en Sucre haya otros tres municipios libres de sospechas de minas antipersonal, en Los Palmitos hubo ayer tres ejemplos:

'Podemos caminar tranquilos', pronunció el general Ricardo Perico Pinto, comandante de la I Brigada de Infantería de Marina; 'Invitamos a la comunidad a disfrutar de sus tierras', de Carolina Coley Zapata, de la OEA; y una que, en nombre de los estudiantes, leyó un alumno del colegio Santa Rosa de Lima: 'Nos han devuelto la seguridad al campo y la tranquilidad a nuestras familias.'

Los Palmitos, junto con Corozal, Sincelejo y dos sectores rurales de San Jacinto (Bolívar) comparten la dicha de que sus territorios sean seguros porque el terrorífico y cruel fantasma de las minas, rastros de la guerra, haya desaparecido.

La certificación fue en un acto público en la plaza principal de Los Palmitos, donde hubo un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de minas antipersonas en Colombia, en especial por Juan David Pérez Novoa, de 13 años, quien murió en el corregimiento Las Tinas (Corozal) por la explosión de un artefacto explosivo.

Globos blancos fueron liberados en el cielo palmitero para que llegaran al cielo, al tiempo que la orquesta de la Base de Infantería de Marina de Coveñas entonaba una melodía nostálgica que fundió en un abrazo a los familiares del niño.

Martha Isabel Hurtado, delegada del alto Comisionado para la Paz, informó que en Sucre hay un histórico de 75 víctimas de minas, entre civiles y fuerza pública, siendo estos últimos los más afectados.

Esos casos han ocurrido entre 1.990 y 2.019, en los municipios de Ovejas, Colosó, San Onofre, Sucre-Sucre, Los Palmitos, Chalán, Majagual, Corozal, Guaranda, Galeras, Morroa y La Unión.

De Colosó es de triste recordación el caso de una familia en la que la el padre halló un artefacto abandonado y lo llevó a su casa para ajustar el fogón donde su esposa cocinaba. Esta le prendió fuego y el artefacto explotó y la mató. Otros dos miembros de esa familia resultaron heridos.

La delegada sostuvo que hasta el 30 de junio de este año las minas han dejado 11.765 víctimas en el país.

Una de ellas es Leonardi Barrios Lora, soldado profesional del Ejército, con 37 años y visiblemente recuperado física y emocionalmente, contó cómo una mina le cercenó una pierna en mayo de 2.009 cuando patrullaba en San Vicente del Caguán.

Dedicado a su familia y luego de 7 años de servicio, reside en Corozal, su tierra natal. Este miércoles vistió el uniforme caqui de la Agrupación de Explosivos de Desminado Humanitario, en reconocimiento a lo que vivió y la esperanza de vida que representa.

Llamado de atención. Andrés Vivero León, alcalde de Corozal, pidió a la Unidad de Víctimas que repare a las familias de todos los sobrevivientes y de los familiares afectados por la tragedia de las minas, incluida la de Juan David.

'Sigamos trabajando con armonía, con cordialidad y brindando a cada uno de ellos ese gran servicio que, en calidad de mandatarios y en sinergia con el mismo Gobierno, debemos refrendar a estas personas.'

A su pedido se unió Freddy Rivera, alcalde de Los Palmitos, al recordar a las víctimas de la violencia de los corregimientos Naranjal y El Piñal, en especial a las viudas y los huérfanos.