La primera parte del Museo muestra la historia antigua de la Institución. Gruesas columnas son la entrada al recinto que emula un imponente palacio griego. Armas rústicas y uniformes que datan de hace 200 años se muestran ante la mirada del espectador. Espadas y machetes, armadura usada en esa época, es mostrada de una forma impecable.
A la par de la indumentaria es mostrado también un video que dura diez minutos. Este relata de manera didáctica la batalla del Lago de Maracaibo y la Independencia de Colombia. Con estas explicaciones, quien hace el recorrido se ilustra sobre la historia de conformación de la Armada Nacional.
El siguiente paso se da hacia el museo moderno. El recorrido en este segmento comienza con el proceso de incorporación de los jóvenes a la Base de Entrenamiento de Infantería de Marina, en Coveñas, lugar en donde se encuentra el Parque Museo.
Estatuas que representan a los infantes, sentados en dormitorios y guindados en cuerdas, detallan el entrenamiento de estas personas cuando deciden dejar atrás a la familia y convertirse en un servidor de la Nación.
A medida que avanza por los pasillos, la persona se adentra en una tupida selva. El sonido artificial de los pájaros y animales silvestres ubican al visitante en el espeso verde en el que los soldados arman campamentos cuando están de terreno. Hay hamacas, arbustos, poca iluminación y una pequeña casa de madera en la que sobresale una ametralladora didáctica con la que se puede practicar lo que hacen los militares.
A pocos metros está la réplica de la Escuela de Formación de Infantería de Marina en la que los oficiales se forman. También hay fotografías de sus directores y reconocimientos que la Institución ha ganado.
Pero también llega la parte triste porque hay un segmento dedicado a las torturas del secuestro. Un muñeco acostado sobre tablas, otro encadenado al lado de mensajes de sus hijos y uno más en una jaula muestran las barbaries que sufrió el país por culpa del flagelo de la violencia. En el fondo se escucha el programa Voces del Secuestro que transmitía la cadena radial Caracol.
Más adelante el espectador se encuentra con un espacio dedicado al mejor amigo del hombre. Hay fotografías de los perros que han acompañado a los infantes de Marina en las más importantes misiones diarias. Lastimosamente muchos de estos caninos han muerto, como Conan, uno de los considerados héroes de cuatro patas.
Al salir al espacio verde del Parque Museo se puede apreciar la réplica del antiguo edificio Rancho Grande donde funcionó el frigorífico operado por la empresa Packing House en la década de 1920. Precisamente, dicho edificio fue implosionado por la Armada para levantar el museo que inauguraron en agosto de 2012.
Al lado está la estatua de un militar con una edad avanzada y detrás se aprecian las sombras de su silueta cuando era joven con un emotivo mensaje que sentencia: Infante de Marina hoy, infante de Marina por siempre. Y así sea por un día que dure el recorrido por el Museo, quien tiene la oportunidad de hacerlo siente que fue militar ese día y siempre.
En el lugar donde construyeron el Parque Museo Infantería de Marina estuvo el edificio Rancho Grande, donde funcionó el frigorífico operado por la Packing House en 1920. La estructura fue declarada en ruinas y la derribaron mediante implosión.
La empresa privada aportó dinero para construir el Parque Museo. Miles de infantes de Marina pusieron su mano de obra para levantarlo. La inauguración se dio el 17 de agosto de 2012 con la presencia de altos mandos militares.
Está conformado por la réplica del Arco del Triunfo, el museo antiguo que emula un palacio griego y el museo moderno en el que se muestran las distintas disciplinas de la Infantería de Marina en tierra y agua.