Exigir resultados a la Fiscalía General de la Nación seccional Sucre por los crímenes de varios guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), motivó a los miembros del sindicato de esta penitenciaría a hacer un plantón en la puerta del reclusorio.
Con unas fotos pegadas en la puerta del establecimiento, desde las 9:00 de la mañana, los líderes de esta iniciativa se hicieron sentir.
En los últimos 8 años en el departamento de Sucre han asesinado a tres guardianes del Inpec, de la cárcel La Vega, y lo peor de la situación es que ninguna de las muertes ha sido esclarecida y por el contrario las amenazan contra esta población siguen en aumento.
El asesinato de Hernán Melo Anaya, distinguido del Inpec en Cúcuta, la semana pasada, encendió las alarmas entre sus compañeros, pues el hombre se encargaba de investigar las irregularidades dentro del penal.
La primera muerte de los dragoneantes en Sucre se presentó en el 2010, en el barrio Ciudadela Universitaria, cuando delincuentes acabaron con la vida del guardián Luis Corena Carrascal, quien al parecer días antes de su muerte había hecho graves denuncias sobre el centro carcelario.
Luego en el 2012 mataron a Arnold Frías Revollo y en el 2013 a Néstor Hinestroza Mendoza. Todas estas muertes hasta la fecha están en la impunidad.
Aníbal Jorge, miembro del sindicato del Inpec en este Departamento, dijo que con este plantón mostraron su rechazo por el asesinato de Melo, lo que para él refleja el abandono del Estado con el sistema penitenciario, por lo que reclaman las garantías procesales, ya que Sincelejo no ha sido ajeno a este flagelo. Esperan más protección, pues sienten que sus vidas están peligro
Cree que las denuncias provienen tanto de la infraestructura del penal como de las denuncias por corrupción. Indicó que desde el 2010 vienen denunciando hechos ilícitos como los de presupuesto del que a veces desconocen su destino.
Indicó que en La Vega hay 1.075 internos de los 512 para los que tiene capacidad.
Por su parte, Yoni Chadid, también del sindicato, espera que las investigaciones se agilicen para conocer los móviles tanto de los homicidios como la procedencias de las intimidaciones de las que él en particular es víctima y por ello cuenta con un chaleco y un escolta que hace dos meses le asignó la Unidad Nacional de Protección.