Para cualquier sinceano devoto de la Virgen del Socorro donarle un arreglo a la virgen en su novenario y en especial, con el que recorre las calles el 8 de septiembre, día de la fiesta patronal, es todo un honor y por mucha inversión que requiera, para quien lo hace no tiene precio.
Es un ofrecimiento con mucha devoción, en acción de gracias por alguna petición hecha para que María interceda ante Dios o por un milagro recibido a lo largo de la vida. Todo esto hace parte de las tradiciones en Sincé, y de lo cual sus nativos son respetuosos y celosos, ya que es algo que defienden porque todos coinciden en afirmar que donarle un arreglo a la Virgen no tiene precio.
Personas de cualquier estrato social se esmeran por donarle los arreglos a la Virgen del Socorro durante el novenario. Para lograrlo se inscriben con mucha antelación ante una persona designada por la parroquia de la Natividad de María, hoy convertida en Santuario Mariano. Solo hay 9 cupos disponibles por año incluyendo el último día que es el más solicitado y para el cual deben esperar algunos años puesto que en la actualidad hay una lista de espera que garantiza esta tradición.
Yadira Cuello López, una servidora del Santuario, es quien tiene la misión de recepcionar y apartar los cupos y es además la que ha vestido la imagen en los últimos 15 años dado que también hay quien dona el vestuario durante las novenas.