El de ayer no fue un domingo cualquiera para los habitantes de la vereda Marathon y en general para los pobladores de Colosó, en los Montes de María.
Era la primera vez que en muchos años la comunidad, las autoridades y hasta las víctimas, se encontraban en público con reinsertados de la extinta guerrilla de las Farc, organización armada a la que le atribuyen una buena cantidad de los actos violentos ocurridos en esta zona de Sucre.
La única cancha múltiple del pueblo, que es vigilada por la imagen de la Virgen del Carmen, fue testigo del estusiasmo y las ganas que los reinsertados, hombres y mujeres, le pusieron al encuentro en el que hubo jornada deportiva, bailes, trofeos y que terminó con un almuerzo que degustaron todos reunidos en una misma mesa.
'Únete a esta jornada de paz, amor y reconciliación' era el mensaje que una y otra vez repetía al micrófono uno de los cinco reinsertados que desde las 7:00 de la mañana empezaron a barrer la cancha para recibir a sus invitados especiales: la comunidad y las víctimas.
Este ejercicio de acercamiento con la población civil, el primero que se realiza en el departamento de Sucre, ha sido fácil para algunos porque son de esta zona y sus familiares los recibieron con los brazos abiertos, pero hay otros que advierten que aún hay rencor y es precisamente a ellos y a todos los que se denominan enemigos del proceso de paz a los que estos reinsertados les invitan a desarmar su corazón.
'La paz no solo se logra con dejar las armas, también hay que desarmar los corazones', asegura uno de los reinsertados que ahora lidera proyectos con sus compañeros de lucha.
Dice que lo que siente al estar en la civilidad, rodeado de su familia y trabajando con y por la comunidad es algo indescriptible.
Estuvo 29 años en las filas de las Farc y aunque anota que ese no fue un tiempo perdido, si quiere recuperar muchas cosas que no pudo hacer, entre esas la de trabajar unidos por un mismo objetivo.
Con orgullo destaca que los reinsertados que están asentados en Sucre trabajan con proyectos que están dirigidos a la comunidad y de manera especial a las víctimas.
'Y esto no es fácil, pero tenemos que hacerlo para contrarrestar esa mala imagen que tenemos a través de la prensa. Trabajar con y por la comunidad y las víctimas es la única forma que tenemos para mostrarnos como las personas que somos. Queremos que nos vean no como guerrilleros sino como personas, como seres humanos que también cometemos errores, pero que al igual que ellos merecemos una oportunidad', anota uno de los reinsertados.