Era domingo en la noche. El silencio y la soledad de la Avenida San Carlos en Sincelejo mostraban la oportunidad perfecta para que los delincuentes hicieran de las suyas y se dieran a la huida de manera exitosa.
Hacia las 9:30 p.m., el comerciante Camilo Andrés Ochoa Serpa regresaba caminando luego de comprar comida y se disponía a llevarla hasta su casa donde lo esperaban su mujer, Cecilia Olascuaga, y sus dos hijas.
Cuando iba llegando a una estación de servicio que está en la esquina de la mencionada Avenida con carrera 12, unos hombres que se encontraban en la terraza de una residencia lo interceptaron e increparon para que entregara el celular, el dinero que llevaba y otras pertenencias.
De acuerdo con testigos, Camilo Andrés se opuso al robo y los delincuentes de manera despiadada le propinaron tres puñaladas, una que le perforó el corazón, otra en el abdomen y una última en la espalda.
Tras el ataque, Ochoa Serpa llegó a su casa ubicada en la calle 14B # 12-175, tocó a la puerta y se desplomó.
Angustiada su mujer lo auxilió y llevó hasta la sala de urgencias del Hospital Universitario de Sincelejo (HUS), donde fue recibido e ingresado. Allí le prestaron los primeros auxilios y lo prepararon para ingresarlo al quirófano.
Cuando era atendido por personal médico, sus fuerzas no le alcanzaron y murió poco antes de las 11:00 de la noche.
*Por: Fabián Angulo Cetarez