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 Como nunca antes había ocurrido, La Cumbiamberita se escuchó en el interior de la Catedral San Francisco de Asís. Y no era para menos, la composición que inmortalizó a Miguel Ignacio Núñez Paredes, popularmente conocido como ‘Nacho Paredes’, fue la escogida para despedirlo el pasado lunes.

En la voz de Carlos Pérez y Tomás Barboza, los coros de Jhony Tuirán, Libia Díaz y otros tantos músicos sabaneros, bajo la dirección de Demetrio ‘Pipe’ Guarín y con los acordeones de Gilberto y William Torres, Chane Meza y Felipe Paternina, La Cumbiamberita retumbó en la Catedral frente al féretro de ‘Nacho’, su autor.

Nely Barboza y María Yolanda, esposa e hija de ‘Nacho’, no pudieron contener las lágrimas como tampoco lo hicieron otros familiares, amigos, vecinos y representantes de la cultura en Sucre que acompañaron a este grande del folclor hasta su última morada en el Jardín Celestial Los Ángeles.

Lisandro Meza, otro embajador de la música colombiana, también llegó a la conmovedora despedida de ‘Nacho’, en la que en criterio del sacerdote Laureano Ordosgoitia no debía haber tristeza sino alegría, esa que siempre irradió este músico a través de sus composiciones y por su agradable forma de ser.

El padre ‘Lau’, como lo llaman por cariño, fue uno de los amigos más cercanos al autor de La Cumbiamberita, pues ambos son del municipio de Ovejas y en los últimos días lo acompañó en su lecho de enfermo, como también lo hizo el acordeonero Jhony Tuirán, que con frecuencia lo visitaba en su casa del barrio La Selva.

Allá, en ese popular sector de Sincelejo, también fue llevado el féretro de ‘Nacho’ y sus vecinos lo esperaron con La Cumbiamberita en el parque principal y lo despidieron con un minuto de silencio.

Desde las 9:00 de la mañana empezaron los homenajes a ‘Nacho’ que fue sepultado pasadas las 12:00 del mediodía.

Felipe Paternina y Pipe Guarín recordaron que ‘Nacho’ fue su amigo por más de 50 años. Al primero lo conoció en Don Gabriel, de donde era nativo. Allá había una parranda y ‘Nacho’ con mucho entusiasmo esperó la llegada de 'un muchachito que tocaba acordeón'.

Fue así como ‘Nacho’ cantó en su tierra y Felipe tocó el acordeón sin saber que esa no sería la única vez. De hecho, cuando el acordeonero se coronó rey sabanero en la categoría aficionada, en el año 1977, el que cantaba era ‘Nacho’.

Felipe Paternina había hablado con ‘Nacho’ a finales de junio y la conversación se centró en la música y la desprotección de los músicos en Colombia. Recuerda que compararon la situación con México donde, según el músico, 'esto no ocurre'.

'Si era verdad que Nacho estaba solo y no es solo él, ese es el problema de nosotros los músicos en Colombia. Hoy faltan muchos músicos importantes que no voy a mencionar y que no vinieron a este escenario', anotó.

Demetrio ‘Pipe’ Guarín, que llegó con su saxofón para homenajear a su 'amigo y entrañable hermano' ‘Nacho’ Paredes, lo recordó como un hombre noble y feliz.

'Lo conocí en un programa de radio que se llamó Estrellas de la Sabana donde él imitaba a Olimpo Cárdenas, y como yo era aficionado al canto nos hicimos amigos. Estuve con ‘Nacho’ en Los Corraleros de Majagual, y la última vez que lo vi en su lecho de enfermo fue hace seis meses y allí me reclamó porque no lo habíamos llevado a más bailes, y no lo hacíamos porque estaba muy enfermo, entonces yo le mentía diciendo que era que no había salido nada, incluso una vez le dije que no lo podíamos llevar porque estaba enfermo y me dijo que cuando se mejorara lo tuviera en cuenta porque él era ‘El Cumbiambero de América’ ', anotó ‘Pipe’ Guarín.

Por último, el cantante Carlos Pérez dijo que ‘Nacho’ se había ido sin que el Estado saldara la deuda que tenía con él por tantos logros entregados a través del folclor, lo que quedó evidenciado ayer cuando no hubo ningún reconocimiento por parte de los entes culturales de Sucre, de Sincelejo y de su natal Ovejas, solo unas breves palabras por parte de la directora de Sayco en Sucre.