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Tres años después del secuestro y asesinato del médico Alfredo José Isaac Fernández no ha habido justicia. Ha sido poco lo que la Fiscalía y los jueces en Sucre han podido avanzar en el proceso que le siguen por estos hechos a los esposos Ramiro García Aljure e Ilda Carrascal Paternina.

La familia del médico que por primera vez accede a hablar con la prensa, dice que las maniobras dilatorias de los hijos de la pareja les han dado resultados, pues por su hostil comportamiento y hasta amenazas a miembros de la Rama Judicial han logrado que muchos se declaren impedidos para conocer del caso que no avanza.

'En tres años el proceso judicial se ha paseado por siete juzgados, en seis de estos se han declarado impedidos los jueces, se han cambiado 4 veces los fiscales y se han asignado varios agentes especiales del Ministerio Público, debido al ambiente de zozobra y miedo que han generado las amenazas y los múltiples enfrentamientos de los hijos de los imputados contra los funcionarios judiciales y periodistas que han querido dar a conocer a la ciudadanía estos terribles hechos', dice una de las hijas del médico asesinado.

Y agrega, que en nombre de su familia hay un clamor y ruego a las instancias judiciales y de control del país para que 'pronto hagan justicia en este macabro hecho, que por su crueldad y premeditación ha dejado una marca irreparable que no se debe repetir, ni convertirse en una estadística más de la impunidad'.

Alfredo Sotomayor Támara, el abogado que representa a las víctimas, es decir, a la familia del médico Isaac Fernández, señala que el proceso en estos momentos cursa en el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Sincelejo donde se surte el recurso de apelación que fue instaurado contra la decisión del Juzgado Promiscuo del Circuito de Sincé que no decretó la preclusión por el delito de secuestro que pidió la defensa de los esposos García- Carrascal.

Además está pendiente la continuación de la acusación por el delito de homicidio y a esta solo le pueden dan trámite una vez el Tribunal se pronuncie por el otro caso que lleva.

Y mientras eso se cumple Ramiro García Aljure, que para la época de los hechos, 22 de julio de 2014, día del secuestro, fungía como concejal del municipio de Tolú, continuará en libertad por vencimiento de términos. Por cierto una decisión que un juzgado de Sincé tomó sin estar presentes ni la Fiscalía, ni el Ministerio Público y menos el representante de la víctima quien ha rechazado tal decisión.

Por su parte Ilda Carrascal Paternina, de quien en su momento su defensa pidió casa por cárcel por tener hijos menores de edad a su cargo, hoy es prófuga de la justicia, pero solo en el papel y para trámites jurídicos por cuanto en el municipio de Tolú muchos aseguran verla.

Los hechos

El secuestro del médico de 72 años se produjo a las 7:20 de la noche del 22 de julio del año 2014. Fue sacado del parqueadero El Olimpo, de su propiedad, que está ubicado en la calle 20, en pleno Centro de Sincelejo.

Un medio hermano de Ramiro García Aljure que trabajaba en ese sitio con el profesional de la salud, narró a las autoridades que esa noche el doctor estaba allí cuando Ramiro e Ilda llegaron. Ella lo mandó a comprar unas toallas sanitarias a una farmacia cercana y cuando él se aprestaba a regresar para entregárselas, Ramiro se lo llevó a beber jugo frente a la Catedral San Francisco de Asís.

Él se resistía porque decía que Ilda lo estaba esperando, pero Ramiro le dijo que ya ella no necesitaba eso y cuando ya se encontraba con Ramiro en la refresquería se apareció Ilda llorando y les dijo que unos hombres se habían llevado al doctor. Marcos, como se llama el medio hermano de Ramiro y quien hoy es testigo protegido de la justicia por este caso, quiso ir a denunciarlo de inmediato, pero se lo impidieron.

Sin embargo, al llegar a su casa encontró apoyo en su mamá y su hermana quienes sí lo instaron a denunciar lo ocurrido. Es este el testimonio que lleva a las autoridades a ubicar a los esposos García-Carrascal quienes el 26 de julio, estando en audiencias, dice la hija de la víctima, que 'Ramiro le dice a unos policías, en medio del llanto, que el médico está muerto en Los Caracoles. La audiencia se paraliza mientras se corrobora la información que resulta ser cierta. A mi papá, según dijo Medicina Legal, fue enterrado en posición fetal a unos 3 metros de la superficie, en una fosa cavada previamente dentro de su propio predio. Su cuerpo fue cubierto con balasto y cemento y con ataduras en manos y pies, mordazas en boca y cuello, la corbata de color rojo con nudo amarrado en parte posterior del cuello, fonendoscopio en el cuello, ausencia de ojos y hematoma pretraqueal. La causa del fallecimiento fue asfixia mecánica por obstrucción de la vía aérea superior'.

Si bien no ha habido justicia contra las personas que están implicadas en este hecho y que al decir de la familia del médico y de su abogado no solo serían ellos, también reclaman la verdad, que Ramiro García Aljure diga por qué actuó de esa forma contra la persona con quien tenía mucho contacto porque inicialmente fue su conductor y años después realizaron negocios, pues el médico le tenía en alquiler la propiedad conocida como Los Caracoles, en Tolú, donde lo encontraron muerto.

'La Fiscalía en su línea investigativa se ha concentrado en estos dos procesos, secuestro y homicidio, olvidando que en dichas conductas delictivas presuntamente participaron más personas tal y como lo indicaron los mismos hechos', dijo el abogado Alfredo Sotomayor.

Móviles de un secuestro que terminó en homicidio

La hija del médico Alfredo Isaac Fernández, la que habló con él por celular 20 minutos antes de que lo desaparecieran, cree que uno de los móviles que habría llevado a Ramiro a realizar tan atroz hecho pudo haber sido las ganas de quererse apoderar de la propiedad que él tenía en arriendo y en la que se había atrasado en los pagos.

La familia del médico sabía de los negocios y movimientos de él, y su llegada a Sincelejo se produjo 10 días antes de que lo secuestraran, es decir, que llegó el 12 de julio de 2014 y según su hija la presencia en la capital sucreña tenía como objeto poner al día todas sus propiedades para proceder a venderlas.

'Mi papá los últimos dos años de vida se dedicó a viajar entre Sincelejo y Bogotá porque estaba poniendo en orden las propiedades que tuvimos que abandonar hace 25 años cuando nos asesinaron dos tíos, hermanos de mi papá. Y a Ramiro se le había alquilado una de esas propiedades. Él tenía una relación muy cercana con mi papá porque hace 40 años cuando mi papá puso una fábrica de hielo en Tolú ese señor Ramiro era el conductor de uno de los camiones que repartía el hielo', anota la joven.

Agrega que desde mayo de 2014 Ramiro no pagaba los arriendos de los contratos que ella le había ayudado a elaborar a su papá. Debía pagar 2 millones de pesos mensuales.

'Yo en este momento estoy segura que Ramiro quería quedarse con esa propiedad y eso habría sido lo que lo llevó a cometer ese hecho que fue premeditado porque el hueco donde enterraron a mi papá lo habían hecho desde hacía 20 días. Teníamos conocimiento además que él le había propuesto esa propiedad, Los Caracoles, como si fuera suya a unas personas para venderla'.

Alfredo Isaac Fernández era médico internista. Estudió en la Unidad Nacional de Buenos Aires (Argentina). Su hija sostuvo que ejerció durante 45 años la profesión, incluso hasta el día en el que lo secuestraron para asesinarlo.