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Lo que sucede en este municipio de la Mojana sucreña es único y pareciera que cada hecho anecdótico superara al anterior.

En el pueblo donde el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez vivió entre los 12 y 21 años, de manera intermitente, y forjó su realismo mágico, la realidad supera la ficción y sus habitantes aún tienen mucho más por contar... y ver.

En este oportunidad, a las 6:30 de la mañana del martes, 'tres burros, muy tiesos y muy majos' se paseaban por las aulas de la Institución Educativa Aníbal Ojeda, del corregimiento de Nariño, donde, paradójicamente, han salido los mejores estudiantes del municipio en los últimos diez años.

Los animales, además de hacer sus necesidades en las aulas, jugaban con sillas que hasta hace unas semanas eran utilizadas por los alumnos que se encuentran en vacaciones.

Este hecho fue denunciado y repudiado por el veedor Obman Campo, quien manifestó que los animales ingresan al colegio porque 'no hay ni un candado'.

Incumplimiento

Contó que desde 2010, cuando se presentó la más grave de las inundaciones por la ola invernal que desató el fenómeno de La Niña, la sede quedó en 'mal estado', por lo que el Fondo de Adaptación se comprometió a demolerla y hacerla nueva.

'Este colegio está en pésimas condiciones: los baños no sirven, los jóvenes aseguran que solo cuando llegan a sus casas, después de clases, es que pueden hacer sus necesidades', manifestó el veedor Campo.

José Luis Fierro Castro, habitante de Nariño, enfatizó que, pese a que la Institución ha dado los mejores bachilleres de la Mojana en la última década, no ha sido recompensado por el Estado, por lo que se presentan escenas como la que ahora lamentan, aunque parezca normal en la cotidianidad de un pueblo.

Añadió Fierro que hace cuatros años el Fondo de Adaptación destinó 2.500 millones de pesos para la obra, pero una firma de Montería que debía hacer el estudio de prefactibilidad y los diseños no los entregó, argumentando que era terreno bajo y no podían construir allí la nueva institución educativa.

Condiciones indignas

Sin embargo, Fierro considera que ese argumento 'es falso' porque el Gobierno Nacional ha construido cinco colegios en Sucre Sucre, tres de ellos en la zona rural.

'Si la Procuraduría o la Secretaría de Salud Departamental hicieran una visita, ordenarían cerrar el colegio porque no está en las condiciones de salubridad para dictar clases. Son condiciones indignas', puntualizó.

Sobre la presencia de animales en las aulas dijo que en invierno los habitantes abren las vallas de protección para que ingresen, por lo que daría aviso a la Policía para que les exija a los dueños sacar los animales. Claro que, indicó, esto no pasaría si no fuera por la desidia de los administradores de la Institución que salen a vacaciones y en ese periodo no ejercen el mínimo control.