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Más de mil 500 personas de la Sabana de Sucre le dijeron sí a la paz. En medio de ese mar blanco conformado por mujeres, hombres y niños, estaba Eduardo Támara, El pregonero de la paz.

Vestido de blanco, montado en su bicicleta vestida de tricolor, le decía sí a la paz, no con su voz sino con una grabación que sale a todo volumen a través de su megáfono, su fuente de trabajo.

Támara, quien asegura ser publicista de profesión, hoy recorrió las calles pero no como acostumbra, proporcionando los almacenes del municipio, sino llevando mensajes de no a la violencia, 'esto sí lo hago gratis porque soy un hombre de paz, de cultura', aclaró.

Muy de cerca, pero sin darse cuenta, camina a paso lento Samuel Arrieta Mercado, quien aseguró que se vinculó a la marcha por ser una persona de la tercera edad que quiere aportar un grano de arena para las nuevas generaciones.

'Quiero vivir en paz mis últimos días y por supuesto que las nuevas generaciones sigan en paz. Fui víctima de la violencia porque me pedían dinero los distintos grupos al margen de la ley, pero esto no debe continuar porque la paz es progreso y libertad', sostuvo.

El alcalde de Corozal, Andrés Vivero manifestó que la finalidad de la marcha es crear tejido social para lograr restablecer esos derechos que muchas personas perdieron por la violencia.

Aclaró que Corozal nunca hizo parte del conflicto pero es la segunda ciudad receptora de víctimas después de Sincelejo.

A esta marcha también se vincularon los alcaldes de Chalán, Betulia, Sampués y Los Palmitos que hacen parte del Comité Amigos de Sucre por la paz.

El Comité ha realizado talleres, seminarios, conversatorios y difusión de temas de paz.

'Queremos darle un espaldarazo al Gobierno Nacional y por supuesto a las 23 mil víctimas que se asentaron en Corozal', concluyó el mandatario.