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Monseñor José Clavijo Méndez, obispo de Sincelejo, quien desde su posesión hace casi un año ha hablado poco de política, pronunció ayer, durante la homilía del Domingo de Ramos, un discurso dirigido a quienes ejercen el poder.

El prelado llegó a las 8 de la mañana al monumento la Cruz de Mayo, y junto con decenas de fieles, la mayoría de los cuales asistieron dos horas antes a la bendición de los ramos, y la imagen de Jesús montado en un asno, recorrió la ruta que se hizo por el Centro hasta llegar a la Renovación Católica Carismática.

Al inicio de la homilía, Clavijo Méndez recordó la crueldad e injusticia con la que trataron a Jesús, la importancia de vivir la Semana Santa en constante reflexión y oración, y que Jesús nunca hizo alarde de su categoría de hijo de Dios.

'Si aquí hay algún político o alguien con aspiraciones políticas, Jesús nos está enseñando la verdadera política, que no es la politiquería. La verdadera política se hace en el servicio, en el desgastarme por amor al otro. Y aunque no lleguemos a ser ni diputados, ni concejales, ni representantes, ni presidente, tenemos gobierno en nuestra casa, lugares de trabajo y grupos que nos confían', sentenció el jerarca católico.

El obispo aseguró que muchos de los poderosos, sean del sector público o del privado, asumen como un agosto o cuarto de hora su cargo 'y hacen del poder o la autoridad un negocio para sus propios bolsillos', sin importarles el grupo o pueblo que les ha sido confiado.

'Donde quiera que estemos, si somos cristianos, tenemos que hacer nuestra política al estilo de Cristo. Cada decisión, cuando representamos a otros, tiene que ser muy, muy orada: Señor, ilumíname, que no salgan a flote mi orgullo, poder, fuerza o plata, sino la fe que profeso', sugirió.