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Los cuerpos de los tres hermanos Iris, Josué y Juan Hernández Aguas, de 11, 7 y 2 años quienes murieron calcinados la madrugada de hoy en el corregimiento Coley de Los Palmitos, fueron trasladados a Medicina Legal en Barranquilla porque los cuerpos no pudieron ser reconocidos.

Según testigos, entre ellos Róber Pérez, el infortunado hecho se presentó porque, al parecer, no apagaron bien un fogón donde solían cocinar los alimentos.

Al momento de la conflagración se encontraban cinco menores y Diana Hernández, madre de los tres que fallecieron y abuela de dos sobrevivientes.

'Ella al ver que su casa se incendiaba salió a pedir auxilio, pero del nervio dejó a los niños dentro, la gran heroína fue la niña quien sacó de la casa a sus dos sobrinos de 10 años, unos mellos, y cuando fue por sus hermanos se les cerró la puerta y no pudieron salir', relata en medio de lágrimas, Pérez.

Diana Hernández, al igual que uno de sus nietos, permanece en el Hospital Nuestra Señora de Las Mercedes de Corozal, con quemaduras en los brazos, mientras la comunidad, conformada por cerca de 500 habitantes, aún no sale del asombro por lo sucedido.