La Novena de Aguinaldos es una de las tradiciones religiosas más arraigadas en Colombia y se celebra cada año entre el 16 y el 24 de diciembre.
Romeo Santos y Prince Royce anuncian su gira ‘Mejor tarde que nunca’
Hijo de Rob y Michele Reiner podría enfrentar la pena de muerte
Este miércoles 17 de diciembre de 2025, se celebra el segundo día de esta práctica espiritual que es una jornada dedicada a la reflexión y preparación interior para la llegada del Niño Jesús.
Desde hogares hasta parroquias, miles de familias se reúnen para mantener viva una costumbre que une fe, historia y sentido comunitario durante la época navideña.

¿Qué representa el segundo día de la Novena de Aguinaldos?
El Día 2 de la Novena de Aguinaldos invita a los creyentes a meditar sobre la fe y la preparación del corazón para recibir el mensaje de la Navidad. Esta jornada hace énfasis en la confianza, la perseverancia y el compromiso espiritual, recordando el camino recorrido por María y José antes del nacimiento de Jesús.
Para muchos hogares, este día es una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y renovar la intención con la que se vive la celebración, más allá de los encuentros sociales y las festividades propias de la temporada.
Oración del Día 2 de la Novena de Aguinaldos
Durante esta jornada se rezan las oraciones tradicionales de la novena, acompañadas de los gozos y, en muchos casos, de villancicos.
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro hijo la prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
Amén.
Rece tres veces el Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Día segundo
Consideración
El Verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa Casa de Nazaret en donde moraban María y José. Cuando la sombra del secreto divino vino a deslizarse sobre ella, María estaba sola engolfada en la oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión más estrecha con Dios y mientras oraba, el Verbo tomó posesión de su morada creada.
Sin embargo, no llegó inopinadamente; antes de presentarse envió un mensajero, que fue el Arcángel San Gabriel, para pedir a María de parte de Dios su consentimiento para la encarnación. El Creador no quiso efectuar este gran misterio sin la aquiescencia de su criatura. Aquel momento fue muy solemne. Era potestativo en María el rehusar... ¡Con qué adorables delicias. Con qué inefables complacencias aguardaría la Santísima Trinidad a que María abriese los labios y pronunciase el Si que debió ser suave melodía para sus oídos, y con el cual se conformaba su profunda humildad a la omnipotente voluntad divina!.
La Virgen Inmaculada ha dado su asentimiento. El Arcángel ha desaparecido. Dios se ha revestido de una naturaleza creada; la voluntad eterna está cumplida y la creación completa. El Verbo se ha hecho carne, y aunque todavía invisible para el mundo, habita ya entre los hombres que su inmenso amor ha venido a rescatar.
Oración a la Santísima Virgen
(Para todos los días)
Soberana María que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo. ¡Oh dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad.
Amén.
Rece tres veces el Avemaría.
Oración a San José
Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza.
Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo.
Amén.
Rece el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria.
Gozos
Dulce Jesús mío, mi niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
1. ¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos! la prudencia que hace verdaderos sabios!
2. ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo!
3. ¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto! presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, bella flor del campo.
4. ¡Llave de David que abre al desterrado! las cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, oh Niño con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado!
5. ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas, tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.
6. ¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo
7. ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, De Israel anhelo Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso!
8. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto, bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo!
9. ¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su niño vean, en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
10. ¡Del débil auxilio, del doliente amparo. Consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano.
11. ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto!
12. ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos. Ven a nuestras almas, Ven, no tardes tanto!
Oración al Niño Jesús
(Para todos los días)
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.
Llenos de confianza en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica.
Amén.
Rece Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Villancicos ‘A la nanita nana’
A la nanita, nana; nanita, nana, nanita, ea. Mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea. A la nanita, nana; nanita, nana, nanita, ea. Mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea.
Pimpollo de canela, lirio en capullo, duérmete, vida mía, mientras te arrullo. Duérmete, que del alma mi canto brota y un delirio de amores es cada nota. A la nanita, nana; nanita, nana, nanita, ea.
Mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea. A la nanita, nana; nanita, nana, nanita, ea. Mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea.
Oh, niño en cuyos ojos el sol fulgura, cerrarlos, acercarme de noche oscura; pero cierra, bien mío, tus ojos bellos, aunque tu madre muera sin verse en ellos.
A la nanita, nana; nanita, nana, nanita, ea. Mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea.
A la nanita, nana; nanita, nana, nanita, ea. Mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea. Fuentecillo que corres, clara y sonora; ruiseñor que en la selva cantando llora, calla mientras la cuna se balancea. A la nanita, nana; nanita, ea. Mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea.





















