En 1977, en la ciudad de Pereira, una joven pareja de esposos emprendió un negocio que terminaría marcando la historia del consumo de comida rápida en Colombia.
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Alfredo Hoyos Mazuera y Liliana Restrepo Arenas abrieron un pequeño restaurante de pizzas cerca al parque El Lago, donde la principal atracción no solo era el sabor, sino también el espectáculo, pues los cocineros lanzaban la masa al aire, ganándose el apodo local de “las arepas voladoras”.

Ese detalle fue clave para el nacimiento del nombre Frisby, una adaptación fonética de “frisbee”, el popular disco volador que causaba furor en Estados Unidos por esa época.
Aunque comenzaron vendiendo pizzas, la verdadera transformación ocurrió cuando decidieron incluir en el menú un producto poco común en ese entonces como pollo apanado. Inspirado por la experiencia del hermano de Hoyos en tecnología avícola en la Universidad de Georgia, EE. UU., esta adición se convirtió rápidamente en el plato estrella del local.

Un año después, en 1978, Frisby ya era un fenómeno local y empezó su expansión en el Eje Cafetero. La llegada a Bogotá en 1987 y a Medellín en 1990 marcó su consolidación nacional. Hoy, Frisby cuenta con más de 260 restaurantes en Colombia y es una de las cadenas más reconocidas del país.

Una disputa internacional por la marca
A pesar de su éxito, la empresa enfrenta actualmente un reto de gran escala, una disputa legal contra “Frisby España”, una firma con sede en Bilbao que registró el nombre y se apropió de elementos clave de la identidad visual de la marca original, incluyendo al icónico pollo con gorra roja.
La compañía pereirana ha iniciado acciones legales ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) para reclamar sus derechos y evitar que se explote su marca fuera de Colombia sin autorización.

El caso ha encendido las alarmas sobre la protección internacional de la propiedad intelectual y ha generado respaldo nacional a Frisby, que en casi cinco décadas ha pasado de ser una pequeña pizzería familiar a convertirse en un símbolo de la gastronomía rápida colombiana.
¿Quiénes constituyeron Frisby España S.L.?
La empresa Frisby España S.L. fue constituida recientemente por el abogado español Gonzalo Barrenechea Correa y la ciudadana belga Jacqueline Guillemine Pérez Parcha, ambos con trayectoria en el mundo empresarial europeo.
A ellos se suma un tercer socio, un empresario con experiencia en servicios financieros, turismo y el sector del gaming, que ha preferido mantenerse en el anonimato por motivos de seguridad.
Este último asegura que vio una oportunidad de negocio en España, motivado por la ausencia de marcas de comida rápida dirigidas específicamente al público sudamericano. Inicialmente, buscó establecer una alianza con la casa matriz colombiana para desarrollar la marca en Europa, pero, según su versión, nunca obtuvo respuesta.
Por eso, optó por seguir el camino de forma independiente, registrando el nombre y la imagen de Frisby ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO).

Frisby España no solo registró el nombre, sino también elementos de la identidad visual de la marca colombiana, incluyendo al icónico pollo con gorra roja. Aún más polémico es que solicitaron la nulidad del registro europeo de Frisby S.A. BIC, argumentando falta de uso comercial de la marca en Europa.
El EUIPO ha otorgado un plazo de dos meses para que Frisby Colombia demuestre el uso efectivo de su marca en territorio europeo. De lo contrario, la podría perder legalmente en ese mercado.

Mientras el empresario anónimo de Frisby España insiste en que su actuación ha sido completamente legal y que la empresa colombiana tuvo la oportunidad de oponerse al registro, pero no lo hizo.
Sin embargo, Frisby S.A. BIC sostiene que jamás autorizó ninguna expansión internacional ni cesión de sus derechos de marca. Además, denuncia un uso no autorizado de su imagen que podría inducir a error al consumidor y causar un grave perjuicio reputacional.