El afamado merenguero Rubby Pérez quien hizo parte de la orquesta de Wilfrido Vargas y quien también tocó el éxito gracias a su carrera como solista, tenía un vínculo muy fuerte con Barranquilla, pues el dominicano tuvo una hija con una mujer currambera.
Este dato es poco conocido, pero fue el propio artista quien se encargó de confesarlo. Y es que debido al reconocimiento internacional del que gozaba tras ser el intérprete de clásicos como Volveré o El africano, Pérez se paseaba por escenarios de todo el continente, y aunque siempre llevó la bandera dominicana en alto, también tenía una conexión muy especial con Colombia.
Una de sus siete hijos, es colombiana. Aunque el artista siempre fue reservado con su vida personal, sus seguidores en redes sociales estaban acostumbrados a verlo compartir momentos familiares con orgullo y ternura. En varias entrevistas, Rubby habló con afecto de sus hijos, entre ellos Ana y Zulinka, quienes en más de una ocasión lo acompañaron en sus giras. Incluso Zunilka que es corista de su banda, se encontraba a su lado en el momento del colapso del techo de la discoteca Jet Set.
En 2024, durante una entrevista con Tropicana, Rubby Pérez abrió su corazón y compartió una historia poco conocida pero profundamente entrañable: el inicio de su relación con una mujer colombiana, madre de su hija KC Ailin.
Todo comenzó con un momento casi de película, en una playa de Barranquilla, durante su primera visita a Colombia. Él paseaba con un “walkman” cuando una joven curiosa se le acercó, intrigada por el aparato. Aquel pequeño gesto encendió una chispa.
La conexión fue tan natural como inesperada, pero el verdadero flechazo ocurrió tiempo después, lejos del mar Caribe. “Nos reencontramos en una discoteca en Queens, Nueva York. Y ahí fue cuando me enamoré de verdad”, recordó Rubby, con esa mezcla de nostalgia y ternura que lo caracterizaba. Fue en ese segundo encuentro donde lo casual se volvió destino.
De esa historia de amor nació la barranquillera KC Ailin, una de las siete hijas del merenguero quien unos años después le daría una de las noticias más emocionantes de su vida: que sería abuelo. Para Rubby, la paternidad y luego, la llegada de los nietos, era uno de sus mayores orgullos, algo que no dudaba en compartir con sus seguidores.
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De esta manera, Rubby se va, pero dejó sembrado en Barranquilla parte de su vida personal y obviamente musical.