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El Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM) de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, ubicado en Bogotá, sigue llevando esperanza y bienestar a cada rincón del país con el respaldo de una flota aérea moderna y altamente capacitada. Con su misión de proteger la soberanía nacional y asistir a los colombianos en situaciones adversas, el CATAM se ha consolidado como una pieza fundamental de la Fuerza Aérea, llevando ayuda humanitaria y asistencia en situaciones críticas tanto dentro como fuera del país.

Las aeronaves Boeing 737 del CATAM desempeñan un papel crucial en el cumplimiento de esta misión institucional. Uno de los aspectos más destacados de su desempeño ha sido la presencia de tripulaciones altamente capacitadas y entrenadas, que han garantizado el éxito en cada operación. En los últimos años, este tipo de misión ha marcado un hito en la historia de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, particularmente en lo que respecta a la inclusión de mujeres en cargos tradicionalmente dominados por hombres.

Mujeres suboficiales al frente de la misión

En un paso trascendental para la institución, tres mujeres Suboficiales han logrado posicionarse como Maestras de Carga a bordo de los Boeing 737, una tarea clave en las operaciones de transporte aéreo. Las tres Suboficiales: la Técnico Tercero Nataly Martínez (Maestro de Carga 1), la Técnico Segundo Jennifer Vargas y la Técnico Cuarto Paula León (ambas como Maestras de Carga 3), han demostrado ser un pilar fundamental del equipo de vuelo.

Para estas mujeres, desempeñar el cargo de Maestro de Carga representa un logro significativo. Como Maestras de Carga, sus responsabilidades abarcan desde el manejo de motores, sistemas eléctricos y hidráulicos, hasta el cargue y descargue de aeronaves, todo ello bajo una rigurosa capacitación. La categorización en los niveles 1, 2 y 3 se basa en las horas de vuelo, siendo el nivel 1 el de mayor experiencia y formación.

El desafío de romper barreras de género

Durante generaciones, el cargo de Maestro de Carga fue asumido por hombres, pero la Fuerza Aeroespacial Colombiana ha venido abriendo camino para que las mujeres ocupen puestos de alta responsabilidad en diversas especialidades. Este proceso ha permitido que mujeres como Martínez, Vargas y León sigan el ejemplo de aquellas pioneras que han dedicado su vida al servicio del país.

El proceso de formación para ocupar estos cargos de alta responsabilidad ha sido arduo. Además de completar su entrenamiento en el mantenimiento de aeronaves dentro del Grupo Técnico, las Suboficiales deben cumplir con el requisito de hablar inglés, dado que muchas de las operaciones se realizan fuera del país.

A lo largo de su carrera, estas tres mujeres han enfrentado el reto de demostrar que la misión no depende del género, sino de la capacidad de cumplir con los estándares exigidos. Han encontrado en sus compañeros hombres un apoyo constante, lo que ha permitido una colaboración eficaz dentro del equipo, destacándose por su profesionalismo y compromiso.

Satisfacción y orgullo en cada misión

Para estas Suboficiales, ser parte del equipo de vuelo del Boeing 737 es una fuente de gran orgullo. No solo por el reto personal que implica, sino también por la relevancia de las misiones que realizan. Algunas de las misiones más destacadas en las que han participado incluyen el transporte de ayuda humanitaria a las poblaciones más vulnerables, el envío de materiales para la reconstrucción de la Isla de Providencia tras el huracán Iota, y la repatriación de colombianos desde zonas de conflicto como Israel.

Cada vez que estas mujeres se colocan los parches del Boeing 737 en sus overoles de vuelo, sienten una profunda satisfacción al saber que su trabajo contribuye directamente al bienestar y la seguridad de sus compatriotas.

Un reconocimiento al rol de la mujer en la Fuerza Aeroespacial

El Comando Aéreo de Transporte Militar no solo reconoce el valioso trabajo que desempeñan estas tres Suboficiales, sino también la labor de todas las mujeres que forman parte de la Fuerza Aeroespacial Colombiana. Su dedicación, esfuerzo y profesionalismo son una prueba de que las barreras de género pueden ser superadas en cualquier ámbito, demostrando que la capacidad no tiene género y que el servicio al país es una labor que no distingue entre hombres y mujeres.

Así, el CATAM continúa demostrando que las mujeres también juegan un papel esencial en la defensa y el bienestar de Colombia, reafirmando el compromiso de la Fuerza Aeroespacial en fortalecer su presencia y liderazgo dentro del ámbito nacional e internacional.