Vinieron del sur del continente, al sur de Barranquilla. El grupo chileno Entre Telares y Espuelas ahorró un año para cumplir la invitación que les extendieron y desfilar en el Carnaval de la 44, en medio de la Gran Parada Carlos Franco.
No son muchos, están conformados por un puñado de unos 15 bailarines, entre niños, niñas y adolescentes, escoltados por sus padres que cargan un par de parlantes donde reproducen las notas musicales de la Cueca, el baile tradicional de Chile, de donde son oriundos, más exactamente de la ciudad de La Ligua, donde la industria es la tela, que combinado al uso de espuelas en el baile, le dio origen al nombre de la comparsa.
“Es la primera vez que estamos en el Carnaval, es una muy linda experiencia para los chicos. Hemos pasado súper bien, dando a conocer nuestra cultura acá en Colombia”, expresó Luis Checana, uno de los padres de los bailarines.
Hace un año recibieron la invitación y durante todo un año trabajaron para ahorrar el dinero y costearse un viaje de 6.823 kilómetros desde el extremo sur del continente americano a la punta norte de Sudamérica, en Barranquilla.
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“Todo fue por internet, una agrupación nos invitó. Trabajamos muy duro para poder venir a mostrarles a todos este baile que es de nuestra tradición y que llevamos en el corazón. Esta vez no llevan las espuelas porque hay que caminar mucho, pero vamos dando los mejor de nosotros”, expresó mientras sudaba la gota gorda al no estar acostumbrado al calor.
Sacudiendo los pañuelos blancos al aire como pide su coreografía, siguen recorriendo las calles mostrando lo mejor de su cultura chilena.
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