La película Deadpool y Wolverine se ha convertido en un éxito desde su fecha de estreno, superando la cifra de 1.000 millones de dólares en la taquilla mundial durante el pasado fin de semana. Según informó CNBC, esta hazaña la convierte en la segunda cinta con clasificación R (restricted) en alcanzar este impresionante monto.
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Este filme ha hecho que Marvel Studios se vuelva a ponderar en lo más alto del mundo del cine, después de las últimas entregas que no tuvieron el impacto deseado y generaron desconcierto entre los seguidores de la industria especializada en superhéroes.
Hasta el momento, la película con clasificación R más taquillera de la historia es “Joker” de Warner Bros, que acumuló 1.078 millones de dólares en 2019 durante su exhibición en cines. Según ‘The Hollywood Reporter’, se cree que es cuestión de tiempo para que Deadpool y Wolverine puedan superar ese récord.
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Además de haber sido una entrega distinta a las últimas y donde se resalta la comedia, una de las claves para que Deadpool y Wolverine tuvieran éxito radicó en la inversión realizada por la industria estadounidense, en la que destacó la presencia de Chris Evans y Henry Cavill como actores secundarios, eso sin contar a Ryan Reynolds y Hugh Jackman, quienes protagonizaban a Deadpool y Wolverine, respectivamente.
Para muchos resultó sorpresiva la aparición del actor que suele protagonizar a Clark Kent y Superman, ya que él es reconocido por ser una de las principales caras de DC Comics. Lo cierto es que su papel en la película de Marvel no tuvo gran relevancia, pues se presenta en medio de un viaje en la línea temporal por parte de Deadpool, en la búsqueda del Wolverine correcto. En este proceso encuentra a varios equivocados, incluido uno interpretado por Cavill.
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Aunque su aparición fue corta, esta pequeña escena produjo en Henry un problema de salud que lo afectó notablemente. Esto debido a que Cavill aparece fumando un gran cigarro en su escena, de tal manera que estuvo inhalando todo el humo de manera continua por las 8 horas de rodaje. A consecuencia de esto, el actor enfermó del estómago.
'Recuerdo que al día siguiente oí que Henry estaba enfermo del estómago porque había estado inhalando humo de puro durante 8 horas seguidas', comentó Shawn Levy, director de la película, admirando la profesionalidad de Henry Cavill por no haberse quejado en ningún momento del rodaje.
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La escena generó un gran dolor de estómago al actor, sin embargo, informan los medios que Cavill ya se encuentra en óptimas condiciones. Aunque su compromiso con el papel le pasó factura física, el resultado fue un cameo memorable que dejó a los fanáticos con ganas de haberlo visto más en el filme.
Chris Evans regresó interpretando a Johnny Storm, Jennifer Garner a Elektra y Cavill como un Wolverine de la línea temporal, generando emociones entre los espectadores y dándole un toque peculiar y lleno de nostalgia a la película.
