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En una emotiva ceremonia que se celebró la mañana de este domingo, familiares, amigos y admiradores dieron el último adiós al maestro Rafael Campo Miranda, destacado compositor oriundo de Soledad, Atlántico. El funeral que tuvo lugar en el cementerio Jardines de la Eternidad Vía al Mar, coincidió con la celebración del Día del Padre, lo que añadió un matiz aún más conmovedor al acto de despedida.

(“La música acompañó a mi papá hasta el final de sus días”)

El cuerpo del maestro Campo Miranda reposó en la sala de velación 7, donde desde el sábado por la tarde se congregaron numerosas personas para darle el último adiós. La sala estuvo impregnada de las melodías que inmortalizaron al compositor, con canciones como ‘Lamento náufrago’, ‘Pájaro amarillo’ y ‘Brisa, playa y mar’ sonando suavemente en el fondo, evocando recuerdos y lágrimas entre los presentes.

(El gran lamento que deja la partida del maestro Rafael Campo Miranda)

Rafael Campo Miranda, cuyo talento y pasión por la música lo convirtieron en una figura emblemática de la cultura del Atlántico, deja un legado que trasciende generaciones. Sus composiciones no solo reflejan la esencia del Caribe colombiano, sino que también han tocado los corazones de quienes han tenido el placer de escucharlas. 

(“Escribió unas páginas de oro en el pentagrama de la música nacional”)

Nacido en el municipio de Soledad, Atlántico, Campo Miranda supo captar en sus letras y melodías la alegría, el dolor y la belleza de la vida costeña. Sus obras han sido interpretadas por numerosos artistas y han resonado en distintos rincones, convirtiéndose en verdaderos himnos para su pueblo.