Cuando parecía que los concursos de belleza habían logrado adaptarse a los cambios sociales y novedosos parámetros de hermosura femenina, una ola de escándalos políticos, económicos y denuncias de corrupción y abusos amenaza con poner a esta industria en jaque.
La más reciente sacudida que sufre Miss Universo, la compañía matriz de estos concursos en el mundo, fue la renuncia este mes de Noelia Voigt y UmaSofia Srivastava, Miss USA y Miss teen USA, respectivamente.