El productor de cine estadounidense Roger Corman, artífice de cientos de películas de terror, ciencia ficción y crimen de bajo presupuesto, y apodado “el rey de la serie B”, ha fallecido a los 98 años, según anunció su familia a última hora del sábado.
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En un comunicado en su página oficial de Instagram a medianoche, su esposa Julia y sus hijas Catherine y Mary comunicaron que Corman falleció el pasado jueves en su casa de Santa Monica (California), rodeado por sus familiares, y le dedicaron unas palabras de homenaje.
“Sus películas fueron revolucionarias e iconoclastas, y capturaron el espíritu de una era. Cuando le preguntaban cómo le gustaría ser recordado, decía: yo hacía películas, solo eso”, expresaron sus allegadas, describiendo al también cineasta como un hombre generoso, amable y de gran corazón.
Corman (Detroit, EE.UU., 1926) produjo más de 300 películas y dirigió medio centenar de ellas, incluyendo clásicos como “Bucket of Blood” (Un cubo de sangre) (1959), “The Masque of the Red Death” (La máscara de la muerte rojo) (1964), “The Wild Angels” (Los Ángeles del Infierno) (1966), “Death Race 2000” (La carrera de la muerte del año 2000) (1975) o “Grand Theft Auto” (1977), ya tras fundar su compañía New World Pictures.
Menospreciado por la historia canónica del cine, Corman fue, sin embargo, un padrino más que generoso de incontables talentos, y se convirtió en una figura de culto entre los aficionados al séptimo arte pese a no contar con los medios de las grandes productoras.