Verdaderos gigantes del mundo de la música, la actuación y el arte perdieron la vida en el transcurso de este año, poniendo así fin a una trayectoria cargada de éxito, admiración de sus fans y muchos reconocimientos.
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Tanto figuras locales, nacionales e internacionales a lo largo de este calendario se fueron despidiendo, muchos de ellos de manera sorpresiva y otros tras afrontar enfermedades que los mantuvieron sin poder deleitar a su público terminaron cerrando sus ojos para siempre.
Una de las muertes más recientes y que mayor impacto causó en el folclor colombiano es la del juglar sabanero Lisandro Meza, ocurrida el pasado 23 de diciembre y que desató tristeza, especialmente entre los amantes de la música costeña.
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Previo al domingo 24 de diciembre, tal como se tituló uno de sus grandes éxitos (Domingo 24), Meza, que era uno de los últimos juglares vivientes, perdió la vida como producto de enfermedades de base que tenía como hipertensión y diabetes.
En más de 60 años de carrera grabó alrededor de 110 álbumes en los que enalteció la cumbia, el porro, el vallenato y el bolero, géneros en los que le cantó al amor, el desamor, la infidelidad, el guayabo, la Navidad y hasta escándalos como el de Odebrecht, sus letras estaban basadas en la realidad.
'Nos ha dejado uno de los acordeoneros más versátiles, incluso el más salsero de todos, porque Lisandro tuvo la virtud de crear varios temas que terminaron convertidos en canción de la Feria de Cali. Además rindió honores al porro, un ritmo muy anclado a su tierra natal, así que es la música colombiana la que ha perdido un gran baluarte', expresó el juglar sabanero y tres veces rey vallenato, Alfredo Gutiérrez.
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