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En la popular carrera veintiuna, que atraviesa el barrio El Carmen y San José de ‘La Puerta de Oro’, se encuentra situado el Colegio Distrital San José, en donde la etnoeducadora Mirian Díaz a través de sus conocimientos e identidad palenquera enseña los saberes de la cultura y herencia africana, con el objetivo de seguir construyendo un territorio más diverso, justo e incluyente.

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Precisamente, mayo es considerado como el mes de la Afrocolombianidad, el cual resalta los aportes y lucha de esta comunidad. Se elige el 21 de este mes porque hace 172 años, en 1851, se firmó la ley que prohibió la esclavitud en el país, sancionada por presiente de ese entonces, José Hilario López.

Ahora bien, es necesario resaltar el rol de los que siguen siendo partidarios de las tradiciones y costumbres de los palenqueros, los raizales, los negros. Es por ello que EL HERALDO visitó a Miriam Díaz, nacida en uno de los asentamientos afro más conocidos de la capital atlánticense, Bajo Valle. Además de ser etnoeducadora también es poeta, amante de la tradición oral y certificada en estudios afrolatinoamericanos por el centro de investigaciones de la Universidad de Harvard.

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'Somos una cultura viva, somos memoria, somos profesionales que desde las diferentes áreas o disciplinas seguimos aportando a la construcción histórica', apuntó.

Es importante destacar que, la ley 115 concibe la etnoeducación como aquella que se ofrece a grupos o comunidades que poseen una cultura, lengua y unas tradiciones autóctonas, pero más allá de esa concepción y desde la misma educación, es necesario el resaltar el descubrimiento de la realidad. 

'Yo como en una etnoeducadora contribuyo a que desde esa educación propia el sujeto pueda descubrir quién es realmente. El secreto está en que tú entiendas quién eres y como ser en tu realidad, es esculcar en nuestro pasado y raíces. La etnoeducación enriquece la herencia africana'.

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