Libertad femenina, silencio, rupturas de estereotipos y rebeldía fueron, entre otros, los principales tópicos que utilizaron algunas mujeres barranquilleras a través de la escritura para alzar su voz y hacerse sentir en una sociedad marcada por el machismo.
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La mujer barranquillera empezó a despertar en medio del siglo XX. Las ganas de sentirse realizadas con sus propias metas y no con aquellas que eran impuestas les dio la fuerza para perseguir sus sueños y convertirse en activistas desde los distintos oficios que comenzaron a practicar, entre estos el teatro, la música, la literatura, la danza y las artes plásticas.
Para entonces, la ciudad se convertía en un referente en progreso debido al comercio, las industrias, exportaciones y demás actividades que posicionaban a Barranquilla en una metrópolis de la región Caribe.
En medio de todo el avance por el que pasaba la ciudad, la literatura —sobre todo la escrita por mujeres— se convirtió en una nueva manera de leer a la sociedad del momento.
Es tanto el impacto que han tenido las escritoras barranquilleras en la región y el país que dos inmuebles patrimoniales de la ciudad llevan el nombre de Meira Del Mar y Amira De la Rosa.
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