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Considerada como una de las enfermedades de salud mental con mayor incidencia en lo corrido de los últimos años. La depresión, un trastorno mental que se caracteriza por los bajos estados de ánimo y la tristeza, representa uno de los mayores riesgos para la humanidad.

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Sin distinguir formalmente los rangos de edad o las condiciones sociales, esta patología clínica puede llegar a ser crónica y en ocasiones degenerativa. Además, esta no solo es capaz de afectar a quien la padece, sino que el entorno de familiares y amigos también se puede ver comprometido.

La patología es una de las más frecuentes dentro de la atención primaria y es la primera causa de atención psiquiátrica y de discapacidad derivada de problemas mentales. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres y los menores de 45 años son el grupo poblacional más propenso a padecer depresión. Sin embargo, esta estadística no es un determinante puesto que también depende mucho de los factores culturales y recientemente del tipo de contenidos que se consuman a través de redes sociales, ya que estos en un mal momento pueden llegar a convertirse en un detonante.​

En entrevista con EL HERALDO, Marlis Cardona, psicóloga y magister en intervención psicosocial, mencionó que algunos de los síntomas más frecuentes con los que se puede identificar la depresión se relacionan con el autoestima.

'La depresión, como muchas patologías, se ve de diferentes formas. Pero de las principales son: que la persona se note triste, vacía, que llora con facilidad. Ha perdido el interés por las actividades o cosas que antes le atraían. Aumento o pérdida del apetito o peso'.

Por otra parte, Cardona añadió que también pueden existir dificultades a la hora de conciliar el sueño, fatiga o incluso pérdida de energía.

'Entre los otros síntomas se pueden incluir igualmente la disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los días. Todo esto, pero adicional hay que observar si hay pensamientos de muerte recurrentes. No porque se tenga depresión, debe relacionarse directamente con riesgo inminente de suicidio, por ejemplo, porque no se ve de la misma forma en cada persona', explicó la especialista.