Compartir:

En casa de su entrañable amigo Julio Adán Hernández, ubicada en el barrio El Silencio, donde siempre se hospeda en Barranquilla, se encuentra la cantadora bolivarense Totó la Momposina, luego de ofrecer su última presentación el pasado sábado en el Festival Cordillera de Bogotá, donde una multitud la despidió en medio de aplausos como la grande que es.

Vestida con turbante naranja, una blusa crema con bordados amplios y ceñida a la cintura, falda fucsia y sandalias beige, apareció al encuentro con EL HERALDO Sonia Bazanta Vides, quien a sus 82 años, interpretó varias estrofas de Rosa y La candela viva, dando muestra de que su voz permanece intacta, y que si se baja de las tarimas es porque la afasia frontal primaria que padece ha hecho estragos en su forma de comunicarse.

Los ojos le brillan de la misma manera que los aretes dorados que luce.

El labial rojo que usa resalta con cada sonrisa que esboza, la cual se convierte en una respuesta constante a lo que expresan sus hijos, quienes ahora hablan por ella.

En la parte derecha de un sofá rojo encuentra apoyo en su hijo mayor Marco Vinicio Oyaga Bazanta, percusionista y director de la agrupación folclórica ‘Los Tambores de Totó’, y a la izquierda tiene a su hija menor Angélica María Oyaga Bazanta, toda una amante de la danza.

El primero en tomar la vocería es Marco Vinicio, de 63 años, quien la conoce como la palma de su mano, puesto que desde los 8 años la ha acompañado en su agrupación folclórica. Este músico que tiene claro el estilo con el que se popularizó esta matrona de nuestro folclor, lidera ahora ‘Los Tambores de Totó’, agrupación que continuará extendiendo su legado.

'No podemos dejar que se muera el trabajo que hizo por el rescate y la difusión de nuestra identidad cultural. Vamos a seguir proyectando nuestra música por el mundo con la ayuda de artistas invitados que mantenemos como sorpresa. Nosotros tenemos ya un sonido definido que ha conquistado muchos lugares y aunque nuestra gran voz no esté, contamos con grandes músicos que le aprendimos todo lo relacionado a este arte', declaró a EL HERALDO.

Recordó también que fue Totó la que hizo que las agrupaciones colombianas fueran bien valoradas, especialmente en territorio europeo. 'Mientras otros grupos se emborrachaban, era impuntuales, los dejaban los vuelos, nosotros veníamos atrás para hacer una especie de borrador y posicionarnos con una música digna, por eso es que mi mamá pisó más de cien países'.

Tras escuchar estas palabras Totó activó el habla, y de su boca salió una frase contundente que reafirma la tarea que ha emprendido su familia para preservar su legado: '¡Que sigan sonando los tambores de Totó!', dijo emocionada.