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La novela Vigilia está enmarcada en la poesía y las memorias de dos mujeres que pertenecen a tiempos diferentes, pero que, bajo el mismo techo, descubren el universo común de sus vidas cruzadas.

En una casa espaciosa, donde se respira un aire espeso, confluyen el río de los recuerdos y los enlaces afectivos que comparten. La vida de Irene, la protagonista, es mostrada desde dos momentos distintos.

El primero devela su memoria y lleva al lector a emprender un viaje por la infancia del personaje, en la que ella se recuerda a sí misma en la edad de 14 años junto a su hermano menor Federico. Aquí, recuerda su primera menstruación y las llamadas ‘pescas milagrosas’ de los grupos armados en el Caribe.

En el segundo momento, se presenta a Irene como adulta, es madre de dos mellizos recién nacidos e intenta sobrellevar un matrimonio fracturado. En esta etapa de su vida, la protagonista, agobiada por la crisis de su hogar, vive en un estado permanente de vigilia, en el que ella misma decide escribir la historia de su lucha interna, el manuscrito en el que se convertiría la novela.

La historia está inspirada en los años noventa y geográficamente se desarrolla en la ciudad de Barranquilla. Al tiempo, la voz de Luzmila, ‘La negra’, toma carácter porque pese a ser la empleada doméstica de la casa, es el único personaje con el que Irene crea una conexión real.

Desde su condición, Luzmila sabe que su vida transcurre entre la intimidad de una familia, de una mejor condición económica que termina otorgándole confianza absoluta, pero al final, esta sabe que cuando termine con sus obligaciones debe volver al lugar que ella pertenece.

En la amplia casa no solo se destaca la presencia de una cómoda piscina destina para el ocio y el entretenimiento, sino que en esta el lector acompaña a la protagonista a descubrir espacios que ni siquiera ella, que había vivido toda su vida en este lugar, conocía.