Los dedos delicados de Ruth Herrera Tapias frotan la madera que ha sido cortada en una ración específica para lograr un producto fino y delicado, un cuelga llaves.
Con un cincel de diferentes tamaños, elimina cada rasgo de la corteza que no favorezca y también las partes que pueden representar algún daño para el resto de la pieza de madera.
La playa de Arboletes, municipio de Antioquia, ubicado en la Costa y a tan solo una hora y quince minutos de Montería vía terrestre, provee para Ruth la materia prima de la iniciativa en la que labora: Madera Salada (@madera_salada).
El nombre proviene del mar y de que toda la madera utilizada en el emprendimiento son de troncos que llegan hasta las orillas de la playa y que de alguna manera obstaculizaban el espacio de los bañistas de la zona.
'Por nuestra ubicación, el río Atrato y su desembocadura hace que llegue madera en exceso. Aunque es muy difícil recuperar todo lo que llega a nuestra playa, hacemos todo lo posible. Esta es nuestra manera de aportar al proceso de recuperación de las playas y de la ruta turística que apoya la Gobernación de Antioquia de la mano de su Secretaría de Turismo. Ya se ve el cambio, la playa parece otra, es muy poco lo que aún se ve', afirmó en conversación con EL HERALDO.