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Los fanáticos de Foo Fighters van desde Estados Unidos hasta Latinoamérica. La banda goza de popularidad en muchos países y eso quedó demostrado en parte de la gira que realizaban por varias naciones en el continente.

Justo antes de la muerte de Taylor Hawkins, específicamente tres días antes, en Asunción, Paraguay, se evidenció ese sentimiento por el grupo musical y especialmente por el baterista.

Una niña llamada Emma, también baterista y seguidora del músico estadounidense, se postró con sus instrumentos afuera del hotel donde se hospedaba la banda, Durante horas, la fanática esperó junto a otros seguidores y hasta acompañó a varios de ellos a cantar las canciones de Foo Fighters.

El sueño de Emma, de solo nueve años, era conocer a Taylor, su ídolo. Luego de escucharla tocar, el baterista salió del hotel, la buscó, saludó y se tomó una fotografía con ella. Sueño cumplido.