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Un cáncer maxilofacial cobró la vida del virtuoso músico sucreño Edilberto Benítez Tordecilla, quien hizo historia como percusionista de la legendaria agrupación Los Corraleros de Majagual.

El pasado domingo 19 de septiembre, a sus 79 años, el también gaitero, cantante y compositor de música tropical, falleció en un centro médico en Barranquilla.

El artista oriundo de Los Palmitos, Sucre, es miembro de familia de músicos representada por sus 10 hermanos, sus hijos y varios de sus nietos.

'Recuerdo que con un grupo de grabación que yo grabé en Sonolux, que se llamaba Los del Cesar, él interpretó una canción que pegó mucho. Se llamó ‘El pajonal’', recordó a través de su cuenta de Instagram su amigo y colega, el acordeonero Alfredo Gutiérrez.

'Muy buen compositor, también cantaba trabalenguas, era el hombre chistoso del grupo a quien yo le consultaba cosas que se me ocurrían y él me aconsejaba', agregó el trirrey vallenato.

Benítez era un artista polifacético, con una vena musical heredada de padre y madre, un matrimonio del que nacieron diez hijos, la mayoría músicos, que conformaron la dinastía de los Benítez.

'Somos hijos de Alejandro Benítez, músico y maestro también reconocido por tocar las bandas musicales en Sincelejo y Los Palmitos y los pueblos vecinos, y de mi madre, Rosa Tordecilla, que ella también tiene su vena musical, debido a que sus padres y sus hermanas tocaban instrumentos y eran los que hacían las parrandas en los diferentes pueblos por ahí a sus familias', afirma Everly Benítez Tordecilla, hermana de Edilberto.

La enseñanza de la música en las Casas Distritales de Cultura también fue un motor en la vida de Edilberto Benítez, quien vivía en el barrio Ciudadela 20 de Julio en Barranquilla. Una actividad que insistió realizar incluso en medio de la pandemia, cuando asumió los retos tecnológicos que exigieron las clases virtuales, pero, más importante aún, puso por encima a sus estudiantes antes que su salud, que ya venía deteriorándose.