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En el siglo XIX, tres jóvenes valerosos viajaron a España para solicitar la apertura de una sede de la Real Academia Española en Colombia, con el fin de promover y estudiar a fondo el castellano.

José María Vergara y Vergara, según cuenta a EL HERALDO Daniel Samper Pizano, periodista y escritor colombiano, fue uno de los que tomó las riendas de la petición hecha a los académicos españoles, que anteriormente 'no estaban pendientes' de cómo se hablaba el español en las colonias. Afortunadamente, la respuesta fue sí.

Este lunes 10 de mayo, Colombia conmemora los 150 años de la Academia Colombiana de la Lengua, la primera sucursal de la RAE, en América.

Fue en 1871 cuando el grupo de lingüistas y escritores de gran prestigio, como Rufino José Cuervo, padre de la filología hispanoamericana, y Miguel Antonio Caro, entre otros, fundaron el ente institucional en Colombia, localizado en Bogotá.

'La Academia Colombiana y todas las academias son una especie de notaría de palabras, ellos no inventan términos, sino que recogen los nombres y las palabras del pueblo que habla español. Certifica la existencia de palabras, corrige, aclara y vela por el buen uso del lenguaje', indicó Samper Pizano.

César Acosta, corrector de estilo de la ciudad de Barranquilla, afirma que la existencia de la institución en nuestro país es muy importante.

'Si la academia no estuviera, no tendríamos un rumbo porque cada quien sembrara cátedra sobre lo que dice. Se trata precisamente de tener un ente defensor y estudioso del lenguaje para que nosotros hablemos correctamente', expresó.

Finalmente, Samper indica que una de las características del español es que 'mantiene su unidad, pese a la variedad', lo que significa 'riqueza'.