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El uso del tapabocas fue opcional y los dos metros de distancia se limitaron a respetar. Entre medidas de bioseguridad para contrarrestar la propagación de la covid-19, aproximadamente 170 de las personas invitadas arribaron a la gala de los premios Óscar 2021.

La velada dio inicio con la habitual alfombra roja. Los elegantes, y algunos curiosos, atuendos de las estrellas engalanaron la edición 93 de la Academia de Hollywood, que este año optó por prescindir de la entrega de premios por Zoom, como lo han hecho otros grandes premios, y prefirió convocar presencialmente a las grandes luminarias.

Los Ángeles (EE. UU.) fue testigo de la montaña rusa de emociones que se vivió dentro del Dolby Theatre de Hollywood, la estación de trenes de la ciudad, y a través de la señal por satélite.

Las redes sociales estuvieron activas la noche de este domingo y la interfaz se inundó de opiniones divididas sobre la premiación. Según prometía la organización el montaje haría las veces de una producción cinematográfica en directo que entretendría al público, sin embargo, algunos usuarios tildaron de 'aburrida', 'sobria' y 'monótona' esta gala.

Apenas se vieron tapabocas. Hubo muchos abrazos y los aplausos sonaron mientras los ganadores subían a recoger la estatuilla. Ese fue el gran objetivo de Steven Soderbergh, el cineasta escogido por la Academia de Hollywood para levantar una gala tan medida y estructurada que dejó 'poco espacio a la espontaneidad'.

Regina King fue el primer rostro que apareció en la ceremonia de los Óscar y apenas tardó unos minutos en recordar la violencia policial que sufre EE.UU. en estos momentos.